Soy toda fascinación pero te quemo la mirada. Mi intención no es arder incandescente y destruirlo todo, es mi naturaleza, como la tuya es creer que tus raíces son terrenas, garantes y anchas.
Dura como la piedra de Calatorao*, sin alma, maleable y fundente, abrupta y vasta, me disperso al azar sin estructuras matemáticas que valgan.
Todo está escrito pero no con las mismas palabras.
Tu sueñas con cimientos horadados para siempre jamás, bajo mi grava, siendo yo la presión centenaria de miles de generaciones nómadas y candentes que desde lo más alto, busca el mar para cavar su casa.
Mientras yo no puedo dejar de ser quién soy, arrolladora y errática, tu sigues empeñado en establecer un orden de refugio arbóreo en mi alma.
*Piedra de Calatorao: Se denomina piedra de Calatorao o mármol negro de Calatorao al material extraído de las canteras situadas en la «Dehesa Boyal del Romeral», en el municipio de Calatorao (Aragón, España). Se hallan constituidas, exclusivamente, por calizas negras (no son auténticos mármoles, pues no han sufrido metamorfismo), que gracias al buen pulido que adquieren son muy apreciadas como roca ornamental.
https://es.wikipedia.org/wiki/Piedra_de_Calatorao